lunes, 18 de mayo de 2015

Centro de interés La fiesta de las mamás.



Oh! Oh! Me dice una mamá que no subí las actividades que realizamos en la semana del día de la madre y es cierto. Mil perdones. En realidad tenía el borrador escrito y se me pasó…
Bueno, las actividades fueron muy parecidas a las que hicimos en la semana del padre.


En las asambleas hablamos de los trabajos de las mamás, y simulamos algunos de ellos en el rincón de juego simbólico. Delante del espejo nos “cortamos” el pelo como hacen la mamá de Samira y de Valeria en sus peluquerías, y también servimos cafés y comidas como la mamá de Lucía en el restaurante. Para imitar el trabajo de la mamá de Marcos, él se sentó en mi lugar simulando que era la profe, y saludó a los niños en ingles.


Hablamos también de cosas que solo las hacen las mamás, y resultó que se pintan los labios y las uñas y se ponen zapatos de tacón. Les pregunté si querían pintarse los labios como ellas y … ¡bueno, qué tonta soy! ¡con lo divertido que es parecerse a los mayores! La respuesta fue general. Siiiiii. Así que otra vez nos situamos delante del espejo y nos entafarramos los morros, pero que bien entafarrados. Lucía, la peque, que está al detalle de todo, me preguntó por los tacones. Para salir del aprieto le dije que se me habían olvidado en casa, pero no debió de quedar muy convencida porque se fue a buscar los zancos.


Las mamás se pintan los labios.


Una de las repuestas que más me sorprendió es que las mamás planchan y los papás no. -Es que que mi papá no sabe- apuntó ella. Lo que me sorprendió no es el hecho en sí, sino que una chiquilla de dos años sea consciente de ello. -"Bueno, pues hoy los chicos van a planchar las sábanas de nuestra casita les sugerí- y después le ensañarán a papá cómo se hace". 
Ya sabéis que desde la guarde tratamos de evitar el sexismo en los juegos, por eso ellos cuidan de los bebés, hacen la comida, planchan, etc. Y ellas juegan con los coches, con las herramientas, al futbol... Así que armamos un taller de planchado. Lo malo es que solo tenemos una tabla de planchar y todos querían usarla a la vez, lo bueno… que hay que aprender a esperar nuestro turno.. ¡Ah! Os prometo que a los chicos les encanta planchar.

Enseñaremos a planchar a los papás.

Comparando las fotos de las familias hablamos de cómo son las mamás. Esta vez no pudimos buscar diferencias porque todas tenéis el pelo largo y sois muy guapas, en palabras de vuestros peques.



¡Qué guapas son nuestras mamás!

También descubrimos la palabra MAMÁ. Primero la escribimos en el ordenador, y resultó que tiene las letras de Marcos y de Ángel. Y que conste que han sido ellos quienes se “han dado cuenta”. Luego la buscamos entre las tarjetas de palabras. Y finalmente repasamos con los deditos la letra M en una tablilla, aunque Marcos, como es su letra, no quería dejar a los demás.


La M de Marcos y la A Angel


Los peques aprendieron una hermosa canción dedicada a las madres.  Yo les grabé con el móvil cantándola todos juntos y el domingo, a la hora de la comida se la mandé a las mamás a través del grupo de washap. Y, sé que  algunas mamis se emocionaron. 
La canción original es esta: 





También hubo un espacio para el arte. En este caso observamos y comentamos un cuadro del pintor hiperrealista Antonio G. Capel. A Lucía le gustó mucho el vestido rosa de la madre, y me preguntaba qué le estaba contando la mamá a su niño.


¿Qué le cuenta la mamá a su niño?

Y claro, no podía faltar el regalo para mami. Esta vez hicieron un portalápices, con un tubo de cartón del papel de cocina, los posavasos que aportó Conchi y restos de papel de regalo. Lucía dijo que era una cajita para los pintalabios.





Cuando hacemos trabajos en los que ensuciamos la mesa o el suelo, ellos ya saben que hay que dejarlo todo limpio. Colaborar en el orden y la limpieza del entorno es una característica de la pedagogía Montesori que trato de aplicar en el aula. Aquí les tenéis en plena faena, casi diría  que les gusta más limpiar que pintar:



Y los más peques hicieron esta preciosa tarjeta, con las huellas de sus manitas.

¡Seguro que mamá nunca vio una flor más hermosa!



2 comentarios:

  1. ¡Qué gran trabajo haces, Lucía! No pierdas tu espíritu ni tu metodología nunca.

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  2. ¡Vaya! Este comentario, viniendo de uno de los mejores profesores que he tenido, me reafirma en que los cambios introducidos van por el buen camino. Gracias, Ignacio.

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